Hace años, cuando imaginábamos como sería la vida en estos años, el futuro estaba protagonizado por la digitalización, los robots y los saldibenetton diegodallapalmaoutlet uspoloassnscarpe daysrelax lamilanesaborse ynotborse 24hbottle lecosonnenschirm gabssaldi mandarinaduckoutlet akuschuhe negozigeox akutrekkingshop diego-dalla-palma negozitata coches voladores como veíamos en Regreso al futuro (1985).
Desde entonces han ocurrido muchas cosas, entre ellas un cambio de siglo, diversos avances tecnológicos y la evolución de herramientas digitales e IAs. Ahora que nos encontramos en “ese futuro” en el que algunas de esas cosas sí han llegado y otras no, algo que no pasa desapercibido de esas predicciones es la estética.
En la primera edición de Microtendencias hablamos sobre cómo el estilo callejero abarca diferentes “tribus”, buscando la identidad, aceptación o el sentido de pertenencia a un grupo social. En este caso hablaremos del movimiento Y2K.
El movimiento “Y2K” hace referencia literalmente al año dos mil (year two thousand) y representa la moda de dicho año, con una estética futurista y vanguardista. Al igual que otras muchas tendencias, la moda de los 2000 vuelve a ser protagonista. Y curiosamente, es la Generación Z la que se ha adueñado de este estilo, haciendo un guiño retrospectivo a los años noventa.
Aunque existen multitud de adjetivos para describir esta tendencia, desde luego que uno de ellos puede ser curiosa. De hecho, expertos consideran la década de los 2000 como “un enorme error” en la historia de la moda. Tanto que, todos los que vivieron su adolescencia en esa época se arrepentían de su estilo con el paso del tiempo.
Este estilo se caracteriza por prendas muy concretas como, las camisetas cortas o “baby tees”, prendas con estampados y pedrerías, y sobre todo el uso de colores chillones. Se trata de un movimiento que fusiona elementos de la cultura pop con la tecnología de los 2000. Por aquel entonces, internet apenas era lo que es hoy y aunque en ese momento estaba en sus primeras fases, tuvo un impacto directo en la industria de la moda. La evolución de internet hizo que se popularizaran prendas como las zapatillas de deporte gruesas, el denim on denim, el tiro bajo, los vestidos bodycon y el famosos chándal de terciopelo rosa de Juicy Couture.
A día de hoy, podríamos decir que han regresado las prendas más emblemáticas, como los tops y los vestidos de malla. Marcas como Mugler ya han apostado por transformar este tejido transparente referente, al estilo callejero en un tejido de Alta Costura, diseñando auténticas obras de arte. Otra prenda muy característica de esta década son los tops bandeau, también conocidos como tube tops. En su momento, fue Carrie Bradshaw la protagonista de Sexo en Nueva York, quien marcó esta tendencia. En la actualidad, tomamos referencia de estrellas como Tini, artista con un estilo muy marcado en su forma de vestir.
A pesar de que algunas de las piezas más icónicas de esta década se mantienen fieles a su carácter y esencia original, otras se han modernizado, como el famoso Baguette de Fendi o el Saddle Bag de Dior. Se trata de mantener el estilo de las prendas originales y transformarlas en prendas con un toque actual, como los pantalones cargo, las faldas largas y los crop tops. Así lo hemos visto en celebrities que no han dudado en sumarse a esta tendencia, son entre ellas, la supermodelo Bella Hadid y las artistas Olivia Rodrigo, Dua Lipa y Rihanna. Es cierto que la moda Y2K ha vuelto, sin embargo, esta moda, como todas las demás se ha adaptado al estilo de la sociedad actual.