Cada mes de diciembre somos testigos de los alumbrados de las ciudades y distintas experiencias y campañas de Navidad. Este año, las herramientas virtuales y metaversos juegan un gran papel en la creación de experiencias inmersivas y virtuales con el objetivo de impulsar las visitas a las tiendas físicas y las ventas en los ecommerce.

El interés por interactuar con nuevos públicos, el aumento de la competencia de precios, además de la inflación, ha hecho que la inversión en espacios virtuales ocupe parte importante de los presupuestos de las campañas de Navidad.

Marcas como Coach, Crocs e incluso las firmas de belleza Charlotte Tilbury y Maybelline,  son de las primeras en lanzarse a esta iniciativa. Neha Singh, fundadora y directora de la plataforma virtual Obsess, afirma que «con la digitalización y gamificación de la experiencia de compra, los consumidores pasan mucho más tiempo en las tiendas, interactúan más y acaban gastando más».

¿Merece la pena invertir en espacios virtuales?

Para poder abrir una tienda virtual no existe un coste fijo, varía en función del tipo de negocio y, por supuesto, lo que quiera llevar a cabo cada marca. No están muy lejos de los costes del lanzamiento de una tienda física, sin embargo, sigue siendo más asequible. 

Conforme al avance tecnológico y los mundos digitales, las tiendas virtuales ofrecen diversas posibilidades de interacción y actividades complementarias, llegando a crear un vínculo especial con nuevos targets. 

La marca estadounidense de bolsos, Coach, considera esta como la primera toma de contacto, puesto que tiene planeado abrir más tiendas virtuales en un futuro. De igual modo, Crocs, marca icónica de zuecos de goma, y Charlotte Tilbury, marca de belleza, también han abierto una tienda virtual para estas fiestas.

¿Quién lo hace posible?

La alta demanda de contenidos interactivos y entornos virtuales, ha hecho posible el surgimiento de nuevos estudios, agencias y plataformas especializados en la creación y gestión de estos entornos. Obsess, por ejemplo, convierte la ficción en realidad. Esta plataforma virtual se ha asociado ya con diversas marcas, como las mencionadas anteriormente, para poder llevar este tipo de proyectos a cabo. Su misión es renovar y transformar la experiencia del comercio electrónico en algo más visual a la vez que interactivo y social. Otras marcas como Uniqlo, han decidido emprender esta aventura por su cuenta. La marca japonesa ya ha tanteado el terreno con este nuevo concepto mediante su tienda de Tokio a nivel local. 

Son cada vez más las iniciativas que se están poniendo en marcha debido a la situación económica actual, y la apertura de espacios virtuales es solo el principio. Como bien apunta Feliz Papich, el vicepresidente de gestión de productos digitales de Crocs, «Evolucionar más allá de los canales tradicionales abre la puerta a una relación cada vez más mutua e interactiva con los consumidores«. 

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