El término “director creativo” es un concepto que han adoptado las marcas desde hace relativamente poco, puesto que, hasta el momento al encargado de realizar los diseños simplemente se le llamaba diseñador. Sin embargo, con las responsabilidades que conlleva este cargo, está claro que su trabajo no es solo diseñar colecciones, sino realmente comunicar de manera integral todo lo que representa a una marca, incluidas las campañas publicitarias, estrategias de redes sociales, el visual merchandising de los puntos de venta y las colaboraciones de marca. 

Antes de escoger al candidato perfecto, hay que tener en cuenta un factor clave: renovar la imagen de marca o mantenerla tal y como está. En la mayoría de las ocasiones, cuando hay cambios de líderes creativos, la persona que sucede el puesto suele traer consigo su propio estilo a fin de adaptarlo a la marca. Así fue el caso de Saint Laurent con la llegada de Anthony Vaccarello en 2016, o el de Louis Vuitton con la incorporación de Virgil Abloh en 2018.

En algunas ocasiones prevalece el talento interno. Sin embargo, esto requiere una planificación previa, tanto por parte del director creativo existente como de los líderes empresariales. Indistintamente de si las marcas deciden optar por un talento interno, acertar a la hora de escoger un director creativo es una tarea que requiere tiempo.

¿Qué buscan las marcas?

La exigencia que supone el rol de director creativo, abarca una serie de aptitudes cada vez más consolidadas. Por un lado, el candidato tenga una visión afianzada sobre la marca y conozca su recorrido e historia, ya que los cambios constantes no favorecen al negocio. 

Por otro lado, el candidato debe de ser capaz de establecer un punto de vista claro, es decir, si tiene un estilo propio, debe de ser capaz de trasladarlo cumpliendo con los valores de marca y el branding, sin que ésta pierda su esencia original. Este aspecto tiene cada vez más peso, ya que asimismo, si el nuevo director creativo tiene su propio público fiel, puede traerlo consigo en su nuevo desafío. Un gran ejemplo de esto, Gabriela Hearst llevando la conciencia ecológica del  núcleo de su marca personal a su trabajo en Chloé.

Otro factor a tener en cuenta es que el próximo director creativo tenga la capacidad de trabajar en un ambiente corporativo, siendo capaz de adaptarse a un entorno de trabajo estructurado en el que predomina el trabajo en equipo. En esta misma línea, el nuevo creativo debe de ser capaz de conectar con el CEO y el cuerpo directivo, una sintonía que marcará el éxito de la nueva colaboración.

Como bien apunta Anne Raphaël, socia gerente de la firma de reclutamiento ejecutivo Boyden: “La intuición está en la valoración de qué tan bien el candidato comprende la visión de la marca, todo lo demás es extremadamente considerado”.

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Imagen: Harper’s Bazaar